Samstag, 12. Juli 2008

"Padre Pio" (2000, de Carlo Carlei, con Sergio Castellitto)

Dos escenas de la películaEsta película del director italiano Carlo Carlei cuenta la historia de San Pio da Pietrelcina (1887-1968), más conocido como Padre Pio, un fraile capuchino italiano estigmatizado que fue reconocido santo en 2002.

Al Padre Pio lo interpreta Sergio Castellitto; el famoso actor alemán Jürgen Prochnow ("Das Boot", 1981; "Dune", 1984; "La conjura de El Escorial", 2008) interpreta el papel del visitador al que el Padre Pio cuenta toda su vida. El visitador siempre ha estado convencido de que el Padre Pio es "un farsante" que ha mentido a todos, pero al final de la película el Padre Pio se encargará, a su manera, de hacerle ver que no es así.

La película fue hecha para TV, no para cine, y eso siempre se nota; aunque no está mal, algunas cosas podrían estar mejor hechas (por ejemplo, no se muestra demasiado bien la liturgia durante las misas, y eso que la película es italiana). Pero eso sí, la película es respetuosa con el Padre Pio y con la religión, y no he encontrado nada en contra de la fe o el magisterio de la Iglesia. Sugiero que a los alumnos de los institutos les hagan visionar esta película en las horas de "Educación para la ciudadanía", si es que de verdad se trata de hacerlos mejores ciudadanos y no de corromperlos.

El Padre Pio ya en vida tuvo fama de santidad por las numerosas manifestaciones sobrenaturales que le acompañaban. Además de los estigmas, contó con los dones de profecía, discernimiento, curación y bilocación (encontrarse en dos lugares al mismo tiempo). En el convento de San Elías de Pennisi el Padre Pio experimentó por primera vez el fenómeno de la bilocación. La noche del 18 de Enero de 1905, mientras se encontraba en el coro, recogido en profunda oración, se sintió trasladado a una casa señorial de la ciudad de Udine, en la región italiana de Friuli, donde estaba muriéndose un hombre y naciendo una niña. El Padre Pio escribió cómo fue su primera bilocación:

"Hace días me pasó algo insospechado: Mientras me encontraba en el coro con Fray Atanasio, eran como las 23 horas del 18 de este mes cuando me encontré en una casa señorial donde moría un padre mientras nacía una niña. Se me apareció entonces la Santísima Virgen que me dijo: 'Te confío esta criatura, es una piedra preciosa en su estado bruto. Trabájala, límpiala, hazla lo más brillante posible, porque un día quiero usarla para adornarme…'. Le contesté a la Virgen: '¿Cómo podría ser posible, si yo soy todavía un estudiante y no sé si un día podré tener la suerte y la alegría de ser sacerdote? Y aunque llegue a ser sacerdote, ¿cómo podré ocuparme de esta niña, viviendo yo tan lejos de aquí?'. La Virgen me respondió: 'No dudes. Será ella quien irá a buscarte, pero antes la encontrarás en la Basílica de San Pedro en Roma'. Luego de esto, me encontré otra vez en el coro".

Fotografía del Padre PioLa niña de la que se habla en el escrito se llama Giovanna Rizzani. Su padre, Juan Bautista Rizzani, era miembro de la masonería. Durante su última enfermedad, su lujosa residencia, situada en la calle Tiberio de Ciani nº 33 de la ciudad italiana de Udine, fue rigurosamente vigilada día y noche por los masones para impedir el paso de cualquier sacerdote. Horas antes de morir, su esposa Leonilde (que era muy religiosa) estaba cerca del lecho del moribundo recogida en oración y lágrimas. De repente vio salir de la recámara y alejarse por el pasillo a un fraile capuchino. Se levantó en seguida, lo llamó y lo siguió mientras el fraile desaparecía. La señora estaba extremadamente angustiada pensando en su esposo que se moría sin los auxilios religiosos. En aquel momento, oyó gemir al perro que estaba amarrado en el jardín de la casa. La señora, no aguantando el gemido del perro, fue a soltarlo. En esos momentos sintió los dolores del parto y allí mismo dio a luz a una niña. El administrador de la casa corrió para ayudarle. De lejos vieron la escena los dos masones que vigilaban la entrada y también el párroco que quería entrar a la casa para auxiliar al moribundo. El administrador, después de que ayudó a la señora a alcanzar la recámara, bajó indignado contra los masones que impedían el paso al sacerdote y les gritó: "Dejen entrar al padre. Ustedes pueden impedirle que asista al moribundo, pero no tienen derecho a impedirle que vaya a bautizar a la niña que acaba de nacer prematuramente". Fue así como se dejó pasar al sacerdote, que además de bautizar a la niña, administró los últimos sacramentos al moribundo arrepentido. A la muerte del señor Rizzani, la joven viuda se trasladó a Roma con sus padres; allí Giovanna creció educada cristianamente. Un mediodía del año 1922 Giovanna Rizzani se presentó en la Basílica de San Pedro en Roma y se confesó con un capuchino desconocido que la aconsejó ir a San Giovanni Rotondo. Ella concurrió al lugar y cuál sería su sorpresa al reconocer en el Padre Pio al capuchino que la había confesado antes. El Padre Pio la sorprende aún más cuando le revela haber asistido a su nacimiento, en Udine, y le describe con detalles su casa natal. Giovanna Rizzani llegó a ser terciaria franciscana y fiel hija espiritual del Padre Pio.

El cuerpo de San Pio de Pietrelcina, expuesto en 2008Otro caso muy famoso de bilocación del Padre Pio fue el que tuvo por protagonista al general italiano Luigi Cadorna, Jefe del Estado Mayor italiano durante la mayor parte de la Primera Guerra Mundial. Después de la desastrosa derrota en la batalla de Caporetto, el General Cadorna cayó en un estado de depresión severa y decidió suicidarse. Se encerró en su habitación y dio orden de no dejar pasar a nadie. Ya en su habitación, extrajo de un cajón una pistola y se apuntó a la sien, momento en el que oyó una voz que le dijo: "General, ¿no querréis cumplir en absoluto esta tontería?". Aquella voz y la presencia de un fraile en su habitación apartaron al general de su propósito, dejándolo petrificado. Pero, ¿cómo había podido entrar ese fraile en su habitación? Pidió explicaciones al ordenanza pero éste le contestó no haber visto pasar a nadie. Años después, el general se enteró por la prensa de que un fraile de San Giovanni Rotondo hacía milagros. Allí se fue de incógnito y con gran asombro reconoció al fraile capuchino que había visto en su habitación. "Ha corrido un riesgo enorme aquella tarde, ¿eh, general?", le dijo el Padre Pío.

Sonntag, 15. Juni 2008

"Vaya par de gemelos" (1978, de Pedro Lazaga, con Paco Martínez Soria, María Isbert e Inma de Santis)

Nota: Esta crítica contiene detalles del argumento.

Ayer tarde vi por enésima vez "Vaya par de gemelos" (1978), una comedia con el inolvidable Paco Martínez Soria. Es junto con "Hay que educar a papá" (1971) mi película favorita de Paco Martínez Soria.

Fue dirigida por Pedro Lazaga en 1977, director de La patrulla (1954), Sor Citroen (1967) y Los guardamarinas (1967), quien no por casualidad dirigió muchas otras películas de Paco Martínez Soria: La ciudad no es para mí, 1966; ¿Qué hacemos con los hijos?, 1967; El turismo es un gran invento, 1968; Abuelo made in Spain, 1969; Hay que educar a papá, 1971; El abuelo tiene un plan, 1973.

El argumento de la película es el siguiente: Pedro y Lucas son dos hermanos gemelos de Tarazona a los que la fortuna ha sonreído de manera muy distinta. Casado con Mariana, propietaria de una pequeña tienda de comestibles, Lucas trabaja de mozo de carga, dependiente y transportista. En cambio Pedro, casado con Julia, la chocolatera mas rica del lugar, vive como un duque ya que, aunque su mujer es muy tacaña, se inventó hace años un hijo natural anterior al matrimonio que vive en Madrid, consiguiendo así de la maternal Julia todo el dinero en teoría necesario para proteger y educar al “chico”, al que Julia sólo conoce por supuestas fotografías. Pedro además suele viajar a Madrid con la excusa de visitar a su hijo, pero lo que hace en realidad es correrse juergas. Todo funciona durante años, pero los problemas empiezan cuando Jorge, el joven estudiante de arquitectura que Pedro ha venido haciendo pasar por su hijo sin que lo sepa, conoce por casualidad a Pilar, la hija única del matrimonio, y se enamora de ella. Pilar y Jorge planean casarse, y para tal fin Jorge y sus padres visitan a los padres de Pilar. Pedro, entre la espada y la pared, pues por culpa de sus mentiras su mujer cree que Jorge y Pilar son medio hermanos, se ve obligado a inventar nuevas mentiras, sin importar lo osadas que sean, para intentar solucionar el problema y no ser descubierto.

Son hermanos gemelos, pero tienen personalidades bien distintas: Lucas viste de "paleto", pero Pedro viste traje y corbata; el primero está "sometido" por su mujer, y el segundo, más inteligente y espabilado, maneja a su mujer como quiere. Por supuesto, a Pedro y Lucas los interpreta Paco Martínez Soria, y el director se las tuvo que ingeniar para crear la ilusión de que eran dos personas distintas. Paco Martínez Soria era por cierto de la comarca de Tarazona (provincia de Zaragoza) en la vida real. A Mariana, la mujer de Lucas, la interpreta María Isbert, hija de Pepe Isbert. A la mujer de Pedro, Julia, la interpreta convincentemente Margot Cottens, una actriz nacida en Montevideo, Uruguay.

Inma de Santis y Paco Martínez SoriaEl papel de Pilar, hija de Pedro, lo interpreta la guapa actriz madrileña de ojos azules Inmaculada Santiago del Pino, más conocida como Inma de Santis. Cuando leí su biografía me sorprendió enterarme de que falleció en Diciembre de 1989, un día antes del sorteo de Navidad, cuando volcó el todoterreno que conducía durante unas vacaciones en el desierto del Sahara; fue enterrada en Madrid. Inma no había cumplido los 31 años y todos sus proyectos (además de hacer teatro era directora de cortometrajes y había escrito algunos guiones) se vieron truncados súbitamente. Y es que Inma en los años 80 había dejado de hacer cine, excepto para TV, porque le ofrecían unos papeles que no eran las "cosas bonitas" (en sus propias palabras) que ella quería hacer; en su lugar, comenzó como he dicho una carrera como directora de cortos (con los que consiguió sus primeros premios) que podría haber sido exitosa de no haberse interrumpido con su muerte, pues tenía intención de hacer "algún día" un largometraje. Aquí hay una interesante entrevista: http://www.youtube.com/watch?v=Ktv1tKPL04w

A Jorge, el arquitecto recién licenciado con quien Pilar se quiere casar, lo interpreta el actor José María Guillén, que por cierto me recuerda bastante al actor británico Ralph Bates ("Fear in the night"). A José María Guillén le he visto también en otra película de Paco Martínez Soria, "Hay que educar a papá", donde interpretaba el papel del hijo hippie y licencioso.

"Vaya par de gemelos" es una comedia simpática en la que cada mentira de Pedro genera más embrollo y más necesidad de nuevas mentiras; al final, el embrollo es tan grande que Pedro se ve obligado a confesarlo todo, quedando al descubierto. Me ha parecido que la moraleja de la película es que cuantas más mentiras contamos, más mentiras nos vemos obligados a contar para mantener a flote las mentiras previas, pero que al final la mentira tiene las patas muy cortas. El guión cinematográfico es de Vicente Coello, y la historia se basa al parecer en dos obras de teatro: "Lluvia de hijos" y "¡Guárdame el secreto, Lucas!".

¿Una frase de la película? Esta es una de las mentiras que Pedro tiene que contarle a su mujer, jajaja, me encanta esta escena: "Jorge es un degenerado: toma drogas, va con maricas... Y claro, la mala vida, las malas compañías, las juergas, los cabaretes. Conoció a unos extranjeros indeseables... Sólo te digo que está fichao por la Dirección General de Seguridad". http://www.youtube.com/watch?v=FcmmJlnJjzM

Resumiría mi comentario diciendo que es una película que no me canso de ver, como me pasa en general con las películas de Paco Martínez Soria. Desconozco si sus películas han sido dobladas a otros idiomas o por lo menos subtituladas, pero de no ser así los que no hablan español se han perdido una buena muestra del cine que se hacía antes en España.

Sonntag, 1. Juni 2008

"Antes que el diablo sepa que estás muerto" (2007, de Sidney Lumet)

Nota: Esta crítica contiene detalles del argumento.

Esta tarde vi "Antes que el diablo sepa que estás muerto", de 2007, dirigida por Sidney Lumet; hasta ahora sólo conocía de este director "Doce hombres sin piedad" (1957). El guión está escrito por un tal Kelly Masterson, un guionista que ha escrito su primer guión con esta película. A pesar de que "Kelly" es un nombre de mujer (me viene a la cabeza Kelly Garrett, de "Los ángeles de Charlie"), Kelly Masterson por lo visto es un hombre...

Una de las características principales de "Antes que el diablo sepa que estás muerto" es que utiliza flash-backs —interrupciones en la secuencia cronológica— constantemente, una técnica narrativa que ya empleaba el legendario director David W. Griffith (1875-1948). La película empieza con una escena cuasi porno; llegué a pensar que me había equivocado de película. Tiene tantas escenas de cama que perdí la cuenta, también hay tacos y tiroteos. Cuando Andy empieza a disparar en el piso del traficante de drogas me he acordado de "Los elegidos" (1999).

La sinopsis de la película es la siguiente: Dos hermanos con dificultades económicas deciden solucionar todos sus problemas personales de un plumazo: organizan el atraco a una joyería, pero no a una joyería cualquiera, sino a la de sus propios padres. Nadie resultará herido y nadie descubrirá nunca nada, o al menos eso es lo que creen: el atraco resulta un completo fracaso, y un tercer compinche así como la madre de los hermanos resultan muertos como consecuencia. A partir de entonces la situación se les complica cada vez más y entran en una espiral de autodestrucción que resulta ser un millón de veces peor que los problemas que tenían inicialmente.

De esta película se pueden sacar diversas moralejas, por ejemplo: "Nunca hagas nada de lo que puedas arrepentirte", "quien mal anda mal acaba", "no te quejes que podría ser mucho peor". El final no es muy edificante (de hecho la película no tiene nada de moralizante): el padre se convierte él mismo en asesino asfixiando a su hijo para vengarse de la muerte de su esposa. ¿No habría sido más lógico (y ético) entregarlo a la justicia? Al padre lo interpreta por cierto el actor inglés Albert Finney, al que conozco de "Looker" (1981), donde intrepretaba a un cirujano plástico cuyas pacientes estaban siendo asesinadas, y de "Murder on the Orient Express" (1974, con Michael York), donde interpretaba al inspector Hercule Poirot. Finney interpretó por cierto en 1984 al Papa Juan Pablo II en una película para televisión, que no he visto.

Aunque reconozco que la película tiene escenas impactantes e inesperadas, está muy, muy lejos de haberme provocado la impresión que me produjeron "Carretera al infierno" (1986), "Braveheart" (1995), "Perdición" (1944) o "La naranja mecánica" (1971). La película está bien hecha, pero no la considero imprescindible, casi la compararía a "Los elegidos" (1999), que me gustó algo más.

Mittwoch, 28. Mai 2008

"Michele Strogoff" (1956, de Carmine Gallone, con Curd Jürgens)

Nota: Esta crítica contiene detalles del argumento.

Hoy he visto en italiano esta película de 1956, basada en la novela homónima de Julio Verne y rodada 80 años después de su publicación. Aunque la película es francesa (el productor y el guionista eran franceses), contó con un equipo artístico y técnico bastante heterogéneo: el director, Carmine Gallone, era italiano, y los actores provenían de distintos países: Curd Jürgens (alemán), Genevieve Page (francesa), Sylva Koscina (croata), Valéry Inkijinoff (ruso), etc.; la música corrió a cargo del compositor polaco Norbert Glanzberg, y muchos miembros del equipo de producción eran serbios, ya que la película se rodó en unos estudios cinematográficos de Belgrado (entonces Yugoslavia, hoy Serbia).

"Miguel Strogoff" es una película de aventuras con trasfondo histórico (las luchas del Zar contra los pueblos tártaros), ambientada como sabemos en la época de la Rusia imperial y de los zares, antes de que la familia imperial rusa fuese asesinada por los rojos durante la Revolución de Octubre y se diese paso a la Unión Soviética, a los 100 millones de muertos del comunismo y a los 70 años de sufrimiento para el pueblo ruso.

Se nota que la película es de los años 50 por su estilo visual y porque los diálogos son mucho más profundos que hoy en día. Tengo que reconocer que si no hubiera sabido que es una película europea habría pensado que es norteamericana: parece cine americano. Muy bien el vestuario, con vistosos uniformes y vestidos de época, pero aún mejor los diálogos. Algunas escenas de combate me han parecido un poco tontas, por ejemplo los jinetes tártaros pasando a galope junto a los rusos sin hacer nada más que galopar (¿cómo se supone que caen los soldados rusos, si en esa escena nadie parece dispararles?). Aunque es entretenida se me ha hecho un poco larga (dura 1 hora y 51 minutos).

La película trata de una u otra forma una gran cantidad de temas: el cumplimiento del deber, el heroísmo, el honor, el patriotismo, la traición, la guerra, el respeto a la palabra dada, el agradecimiento, el orgullo, la inexperiencia de la juventud, la cordura de la madurez, la camaradería, la vida militar, la relación entre superiores y subordinados, el sacrificio... El mensaje de la película bien podría ser que un traidor a la Patria no puede terminar bien.

En mi opinión, la escena peor hecha de toda la película es la muerte del traidor ruso, cuando cae al vacío por el hueco que la bomba ha abierto en las escaleras: se ve muy bien que es un muñeco lo que cae. Esto me ha traído a la memoria una escena igual de mal hecha de otra película: en "Hands of the Ripper" (1971, "Las manos del Destripador", de la Hammer Films), cuando al final Anna se suicida tirándose al vacío, se nota mucho que cae un muñeco.

De la fidelidad de la película respecto a la novela podría decirse mucho, pero me limitaré sólo a mencionar un par de cosas:
  • Mientras que en la novela los tártaros invaden Siberia, en la película Siberia no aparece por ningún lado, siendo en su lugar los desiertos del Cáucaso el escenario en el que transcurre la acción.
  • En la novela Strogoff sufre una falsa ceguera, pero en la película no hay nada de eso.

Sin duda recomendaría esta película, especialmente a aquellos que desprecian u odian a su propio país. Le doy un 7 de nota media.

Montag, 21. April 2008

"Dracula A.D. 1972" (1972, de Alan Gibson, con P. Cushing y C. Lee)

Nota: Esta crítica contiene detalles del argumento.

Drácula (Christopher Lee) tiene bajo su control a la nieta de Van Helsing (Stephanie Beacham)Ayer vi en versión original esta película de los legendarios estudios Hammer, del año 1972 (como su título permite adivinar: anno Domini 1972). "Dracula A.D. 1972" lleva en español el título "Drácula 73" por la sencilla razón de que se estrenó en España un año después de su producción.

La sinopsis de la película es la siguiente: Londres en el año 1972. El profesor Van Helsing es un prestigioso profesor universitario, experto en ocultismo, vampirismo y satanismo, que pertenece a una familia de cazavampiros que se ha estado enfrentando al conde Drácula desde hace generaciones. La nieta del profesor Van Helsing, Jessica Van Helsing, es una chica moderna e inexperta que tiene una pandilla de amigos (pseudo)hippies. Johnny, que hace de jefe de la pandilla, les propone un día hacer "algo nuevo y tan viejo como el tiempo", en concreto "una cita con el diablo", una misa negra... Los demás se lo toman como un juego y todos acuerdan reunirse esa noche para tal fin en una iglesia desacralizada. Johnny hace la misa negra y trae de nuevo a la vida al conde Drácula, quien se cobra la primera víctima: Laura, una de las chicas de la pandilla. Más tarde aparece su cuerpo y la policía, ante las extrañas marcas que presenta, que indican un ritual, consulta al reputado profesor Van Helsing. Para éste resulta evidente que se hallan ante un caso de vampirismo. No es coincidencia que Jessica se vea involucrada, pues Drácula tiene el firme propósito de vengarse de la familia Van Helsing y convertir a Jessica en su discípula, para lo cual la hace secuestrar. El profesor Van Helsing consigue descubrir a tiempo su paradero y entabla una desesperada lucha con el conde Drácula, destruyéndolo y salvando a su nieta y a sí mismo.

Para cuando se hizo esta película, el género de las películas de Drácula, que tanto éxito y años de gloria había dado a la productora Hammer desde 1958, estaba ya muy desgastado. A pesar de los intentos de los estudios Hammer por renovarse con un Drácula de los años 70 y con una historia moderna para recuperar así la audiencia que iban perdiendo, no consiguieron reinventarse y les salió una película mediocre con un guión bastante flojillo. Por ejemplo, el apellido de Johnny Alucard (el discípulo del vampiro) no podía ser menos original, no es más que un mero anagrama (trasposición de letras) del nombre "Drácula", algo que ya se venía usando en películas de Drácula desde los años 40.

Las escenas al principio con los hippies intrusos en una fiesta de alta sociedad eran innecesarias y no vienen muy a cuento salvo para introducir de esa forma a la pandilla. Seguramente la Hammer utilizó el recurso de los hippies para atraer al público joven, porque en aquella época esas cosas estaban de moda. En realidad, la pandilla de Jessica no es verdaderamente hippie, ni siquiera son melenudos. Además de los "hippies" y relacionado con éstos, el tema de las drogas (porros) también se refleja en la película, así como el conflicto generacional, que es tratado fugazmente en una conversación que tiene el profesor con su nieta. Otro tema que se trata es el del satanismo, aunque casi limitado a las escenas de la misa negra. Y como todas las películas sobre Drácula, la película trata de forma implícita la lucha entre el bien y el mal; Van Helsing se sirve de las típicas armas contra los vampiros: el crucifijo, la Biblia, el agua bendita, la plata...

En esta ocasión Drácula aparece poco y apenas tiene líneas de diálogo. Y es que a estas alturas el actor Christopher Lee ya estaba harto de interpretar a Drácula y así se lo había manifestado a la productora. Como todos sabemos, fue precisamente el papel de Drácula el que lanzó a la fama internacional a Christopher Lee en 1958, pero el actor con razón temía verse encasillado en este personaje. Con todo, al año siguiente Lee volvió a interpretar a Drácula por última vez en "Los ritos satánicos de Drácula". Hoy, a punto de cumplir los 86 años, Christopher Lee sigue haciendo cine sin parar y goza de una salud de hierro (hasta se fuma de vez en cuando un puro), pero no le gusta demasiado que se le asocie con Drácula.

Jessica Van Helsing es interpretada por Stephanie Beacham, una actriz inglesa que según su biografía es completamente sorda de un oído y parcialmente del otro. También de acuerdo a su biografía, en 1972 posó desnuda y luego dijo que lo único de lo que se arrepentía era de la peluca que llevó.

Peter Cushing como el profesor Van HelsingAl profesor Van Helsing lo interpreta como siempre Peter Cushing (1913-1994). En la película vemos al profesor Van Helsing vestido de forma impecable, pero esa era también la forma en que Peter Cushing vestía en la vida real. Cushing es además recordado por todos los que trabajaron con él como un hombre de gran amabilidad y muy cortés. Fue un hombre sencillo y de conducta intachable que sintió mucho la pérdida —en Enero de 1971— de su esposa, Helene, una exiliada rusa que se estableció en Inglaterra con sus padres huyendo de los bolcheviques y con la que se casó en 1943. Su pérdida le dejó desolado, y según sus propias palabras (su autobiografía) al desaparecer ella perdió "la única ilusión que tenía en la vida" y todo a lo que aspiraba era a "reunirse un día con ella". Por eso hizo tras 1971 tantas películas, para mantenerse ocupado, "matando el tiempo".

Caroline Munro como LauraPor último, en "Dracula A.D. 1972" aparece también la modelo y actriz británica Caroline Munro en el papel de Laura Bellows (la primera víctima de Drácula). Es digno de mencionarse que Caroline Munro, a pesar de sus posibilidades y en contra de lo que se hubiera podido pensar, siempre se negó a aceptar las ofertas que le hicieron las revistas para posar desnuda, y de hecho rechazó participar en todas las películas en las que tenía que desnudarse (por ejemplo rechazó "Fuerza 10 de Navarone"); en su carrera nunca pasó del bikini y de los escotes más o menos pronunciados. Realmente digno de aplauso que una actriz tan despampanante se haga respetar al respecto y no esté dispuesta a cualquier cosa por dinero.

"Dracula A.D. 1972" fue dirigida por el canadiense Alan Gibson (1938-1987), quien también dirigiría al año siguiente "The satanic rites of Dracula" ("Los ritos satánicos de Drácula"), que es una secuela de la primera y con la que forma un díptico. Alan Gibson provenía del mundo de la TV y lo que siempre había hecho era dirigir episodios de series de TV, y eso se nota en el formato de esta película, que en su mayor parte parece casi un episodio de "Los nuevos vengadores". No hizo pues la Hammer la mejor elección poniendo a Alan Gibson al frente de la dirección.

Aparte de eso, el guión contiene algunos errores. Por ejemplo, cuando Jessica está con Bob junto a la iglesia desacralizada y lee la lápida de Lawrence Van Helsing, ella dice que éste era su bisabuelo ("great-grandfather"), cuando en realidad lo que quiere decir es tatarabuelo ("great-great-grandfather"); este error fue corregido en el doblaje al alemán. No cabe duda de que Jessica se refiere a su tatarabuelo, porque en caso contrario su abuelo tendría que tener por lo menos 100 años, pero sobre todo porque en otra escena, cuando el prof. Van Helsing habla con el inspector de policía, el profesor dice claramente que su abuelo —y no su padre— murió luchando contra el vampiro.

De la película se salvan las secuencias introductorias (las de 1872) y el enfrentamiento final entre Drácula y el profesor Van Helsing, es decir, precisamente las dos partes en que aparecen juntos —y luchando a muerte— Peter Cushing y Christopher Lee, actores que por cierto en la vida real eran íntimos amigos. El resto del metraje no es muy destacable, excepto por el hecho de que vemos algo de Hertfordshire y del Londres de principios de los 70 (Chelsea, etc.).

La película tiene algunas escenas violentas y a veces hasta gore (las escenas de la misa negra, con Johnny echando su sangre en el cáliz, no son precisamente agradables), razón por la cual está clasificada en el Reino Unido como para mayores de 18 años. Aunque la música de Mike Vickers no está mal, resulta un tanto chocante porque contrasta mucho con la música que solía acompañar hasta ese entonces a las películas de Drácula de la Hammer. Sin duda la música formó parte del esfuerzo por modernizar a Drácula.

'Requiescat in pace ultima'Como curiosidad, mencionar que en la lápida de Lawrence Van Helsing, que se ve varias veces en la película, pone "Requiescat in pace ultima", y además al final del todo nos ponen a modo de epílogo la traducción de esto al inglés: "Rest in final peace" (imagen de la izqda.). ¿Pace ultima? Seguramente una invención del director o guionista, porque la fórmula habitual ha sido siempre "Requiescat in pace" (de donde se derivan las demás formas en cada idioma). También he visto un error ortográfico en los créditos al final de la película: pone "Proffessor Van Helsing"; naturalmente, "professor" se escribe en inglés con una efe.

En resumen, la película resultará interesante a los amantes de las películas de la Hammer, entre los que me cuento, pero debo reconocer que es mediocre y tiene un guión flojo, por mucho que participen Cushing y Lee.

Dienstag, 1. April 2008

„Screamers ‒ Tödliche Schreie‟ (1995, von C. Duguay, mit Peter Weller und Jennifer Rubin)

Vermerk: Diese Filmkritik enthält Details über die Handlung des Spielfilmes.

Gestern abend sah ich mir mal wieder „Screamers ‒ Tödliche Schreie‟ (englischer Originaltitel lautet „Screamers‟), einen Wissenschaftsphantastikfilm von 1995. Dieser Spielfilm basiert auf einer Kurzgeschichte vom berühmten Wissenschaftsphantasikschriftsteller Philip K. Dick, was schon ein gutes Zeichen ist.

Der deutsche Titel, wie gesagt, ist „Screamers ‒ Tödliche Schreie‟. Aber wieso ‒ frage ich mich ‒ soll der Originaltitel neben der deutschen Übersetzung beibehalten werden? Dies ist aber seit Jahren bei Filmnamen in Deutschland ziemlich üblich. Schreiben wir etwa „Zaragoza ‒ Saragossa‟ oder „New York ‒ Neuyork‟? Es gehört sich nicht, daß die deutsche Sprache mit so vielen unnötigen Anglizismen überflutet wird: Es ist eben lächerlich, wie in diesem Film auch manche englische Wörter in den Dialogen einfach nicht übersetzt wurden (!), z.B. „shit‟ or „damn‟. Entweder der Übersetzer war schlecht bezahlt und mußte unter Zeitdruck arbeiten, oder wollte als „modern‟ erscheinen ... Bei der Synchronisation glaubte ich übrigens immer die Synchronsprecherin Veronika Neugebauer wiederzuerkennen, die eine schöne und klare Stimme hat.

Übrigens, die Figuren im Film rauchen zuviel, um Leute aus der Zukunft zu sein; eigentlich benehmen sie sich wie Leute von 1995 ... Der Film hat Kämpfe, Abenteuer, Horrorelemente und sogar Liebe, zum Glück aber so gut wie keinen Geschlechtsverkehr, und geht um Folgendes:

Wir schreiben das Jahr 2078. Auf dem entfernten, rohstoffhaltigen Minenplaneten „Sirius 6B‟ tobt schon seit einer Dekade einen verwüstenden Krieg. Wissenschaftler haben die perfekte Waffe hergestellt: klingenschwingende, intelligente, selbstreproduzierende und -verbessernde Mordmaschinen, die als „Screamers‟ („Schreier‟ zu deutsch) bekannt sind und mit einem einzigen Zweck entwickelt wurden ‒ feindliche Lebensformen zu jagen und zu töten. Aber diese geniale und gefürchtete Waffe hat sich weiterentwickelt ohne menschliche Teilnahme und hat nun ein erschreckendes neues Ziel: Alles Leben ausradieren, diesmal ohne Rücksicht auf Uniform. Damit wendet sich die Erfindung auch gegen den Erfinder. Oberst Hendricksson (Peter Weller) ist Kommandant einer Handvoll noch lebender Allianz-Soldaten auf dem Planeten. Verraten von seinen eigenen politischen Führern und angewidert von dem Greuel dieses immerwährenden Krieges, entscheidet Hendricksson, auf eigene Faust mit dem dezimierten Feind zu verhandeln, um den Frieden zu schließen. Aber um das zu tun, wird er zuerst eine gefährliche, verräterische Einöde überqueren müssen, wo die Bedrohung von denselben Maschinen stammt, die er half zu schaffen. Auf seiner Reise trifft er nicht nur zahlreiche Gefahren und Feinde, sondern auch in einem Bunker die hübsche Jessica Hanson (Jennifer Rubin). Zu Hendrickssons Riesenüberraschung entpuppt sich letztendlich die gutaussehende Jessica als die am entwickelste Version der Menschenroboter, die perfekt menschlich aussehen und sogar bluten können. Im Gegensatz zu allen anderen Robotern will Jessica unseren Protagonisten aber nicht um die Ecke bringen, da sie sich in ihn verliebt habe ...

Interessanter Film ohne große Ansprüche. Als Wissenschaftsphantastikfilm ist er ziemlich gut und besser als viele andere Filme dieser Art, dennoch kein besonders hervorragender Spielfilm, wenn wir die wunderschönen Augen von Rubin auslassen. Um die Zeit zu vertreiben und wenig mehr.

Samstag, 29. März 2008

"Calibre 45" (2006, de Gary Lennon, con M. Jovovich y A. Macfadyen)

Nota: esta crítica contiene detalles sobre el argumento de la película.

"Calibre 45" (título original: ".45") está escrita y dirigida por un tal Gary Lennon —que se estrenó como director con esta película—, y trata los temas de la violencia en el hogar y de la venganza. Dudaba si escribir esta crítica, porque la película tiene bastantes escenas inmorales y un mensaje de dudosa ética, por lo cual no quisiera darle publicidad; por otro lado, sin embargo, no está mal advertir al espectador.

La película cuenta la historia de Kat (Milla Jovovich), que vive con su novio Big Al, un macarra interpretado muy convincentemente por Angus Macfadyen. Ambos son delincuentes de poca monta que se dedican a vender pistolas y revólveres a otros delincuentes en las calles de Nueva York. La película comienza con Kat contando a la cámara vulgaridades sobre Big Al. Inmediatamente después se ven secuencias de Big Al y de Kat por las calles de Nueva York vendiendo armas, todo ello alternado con escenas de cama bastante explícitas, y esto cuando apenas llevamos dos minutos de película, de modo que ya podemos imaginarnos por dónde irán los tiros... Un día que Kat habla con otro hombre en un bar, a Big Al le da un ataque de celos y su reacción es tan violenta que agrede a su novia. Su relación empeora tanto, que Kat quiere abandonarlo, pero le tiene miedo. Al final, Kat decide vengarse mediante un elaborado y maquiavélico plan: su amiga Liz se viste como Big Al y comete un asesinato con una pistola del calibre 45 que pertenece a Big Al (de ahí el nombre de la película) para que las culpas recaigan sobre éste. El plan funciona y Kat se "libra" de él.

"Calibre 45" se merece un premio a la vulgaridad. Es la típica bazofia moderna, moralmente hablando. La película, que combina el thriller y el drama, contiene lenguaje soez (tacos y palabrotas todo el tiempo), sexo —escenas de cama y de lesbianismo—, violencia y cinismo entre los barriobajeros personajes. ¿Y cuál es el mensaje de la película? El único mensaje que soy capaz de encontrar es algo tan poco ético como que "el fin justifica los medios" y que vengarse está bien, o sea un mensaje no muy constructivo. Sin embargo, tengo que decir que he visto películas aún peores al respecto, ésta no es la peor.

Cinematográficamente hablando no es tan mala; tiene un estilo semejante al de un documental, mostrándonos escenas de personajes hablando a la cámara como si les estuvieran haciendo una entrevista. Las escenas del maltrato tienen un gran realismo, es hasta una película dura en algunos momentos. Muy guapa Milla Jovovich, pero enseña lo que no debería y está muy vulgar en su papel (feo está oir a un hombre decir tacos, pero en una mujer suena horrible). En la película además se muestran bastantes besos lésbicos.

El actor escocés Angus Macfadyen —que tan bien estuvo en "Braveheart" (1995, de Mel Gibson) interpretando a Robert the Bruce— hace a la perfección el papel de macarra violento, pero, al igual que Jovovich, hace ciertas escenas (siento decirlo, pero es que durante un instante se le llegan a ver sus partes...) que no tenía necesidad de hacer. Un actor con sus posibilidades realmente no necesita prestarse a hacer ese tipo de escenas. ¿Era realmente necesaria esa escena tan vulgar en que enseña el culo?

Una película del montón con muchas escenas cuestionables.

Donnerstag, 27. März 2008

"Juana de Arco" (1999, de Luc Besson, con Milla Jovovich)

Nota: esta crítica revela datos del argumento. Si todavía no ha visto esta película, quizá prefiera verla antes de seguir leyendo.

Reconozco que la primera vez que iba a ver esta película me mostraba escéptico: ¿una modelo metida a actriz interpretando a la santa patrona de Francia? Al final, la película ni era tan mala como me temía, ni tan buena como hubiera deseado.

Nos encontramos ante una película bastante aceptable del director francés Luc Besson (además guionista en este caso), que respeta en general (aunque no siempre) la realidad histórica —hasta aparece Yolanda de Aragón, tan ignorada en otras versiones—, pero con notables omisiones y hasta invenciones en la trama (pocas, pero lamentables) de las que hablaré más adelante; no son infrecuentes las libertades que los directores se toman en las películas históricas, y ésta no es una excepción.

Juana de Arco es interpretada por la modelo Milla Jovovich (nacida en la antigua Unión Soviética), que cuando hizo la película tenía 23 años y estaba casada con el director. No tiene exactamente el aspecto que esperaríamos de una campesina francesa de 17 años del siglo XV, sin embargo se nota que se entrega a su papel y se esfuerza por hacer su mejor interpretación. Siempre he pensado que sólo una actriz virgen debería interpretar a Santa Juana de Arco (como en el caso de Leelee Sobieski cuando hizo en 1999 esa versión para TV), porque una virgen resultará más inocente y el realismo será aún mayor, y porque una virgen siempre será más digna de interpretar a otra virgen, pero sólo es una opinión personal.

Discrepo mucho con la forma en que Besson muestra la personalidad de Juana. La Juana de Arco histórica no era una histérica, como nos la presenta Besson en su versión. El director se ha tomado unas cuantas libertades a la hora de mostrar el carácter de Juana: arrebatada, chillona, casi sin autocontrol. Estoy seguro de que Juana fue apasionada, pero ¿una histérica gritona? Que yo sepa, el único momento en que la Juana de Arco real se puso histérica, fue en la mazmorra poco antes de ser llevaba a la hoguera, en un momento de debilidad humana ante el temor a las llamas; entonces sí se puso frenética, pero no a cada paso como pretende Besson. La película sí muestra más o menos algunas cualidades de Juana con respaldo histórico: era virgen, caritativa, se apenaba por los muertos de ambos bandos y prefería evitar derramamiento de sangre, por lo que solía instar a las tropas enemigas a no luchar y retirarse en paz, cosa que efectivamente sucedió en varias ocasiones. También la escena en la corte en que Juana se arrodilla y abraza emocionada al Delfín de Francia es histórica y está por cierto muy bien llevada a la pantalla.

Por desgracia, Besson en su película transforma la loable devoción religiosa de la Juana de Arco histórica en un comportamiento obsesivo, exagerando en cosas como que Juana se confiesa varias veces al día. Nada afortunada pues me parece la escena en que Juana de niña corre a la iglesia a beberse el vino con esas ansias, haciendo algo irreverente que la Juana auténtica nunca habría hecho, y que es una mera dramatización efectista inventada por el director que se podría haber ahorrado.

Luc Besson ha hecho una versión más bien laica de la historia de Juana de Arco, limitándose a lo histórico y presentando ambiguamente el aspecto sobrenatural de esta historia. Y es que en la película no sólo no se muestra el misticismo de Juana, su vida interior, que es uno de sus aspectos más interesantes, sino que no se despeja la duda de si Juana era una elegida por Dios que oía voces celestiales, o si todo esto era producto de su mente, como llega a insinuarse en la película. Los creyentes sabemos que Juana era una santa, no una loca; de otra forma, no podría explicarse que pasase el riguroso examen eclesiástico, de tres semanas de duración, al que fue sometida en Poitiers antes de liberar Orléans, que todas sus profecías se cumplieran, que encontrase una espada donde sus "voces" le dijeron, que siendo una muchacha sobreviviera a numerosos combates, que su corazón no ardiera en la hoguera y que estén documentados y reconocidos por la Iglesia varios milagros en virtud de los cuales fue elevada a los altares.

Esta ambigüedad hace perder muchos puntos a la película y se manifiesta muy claramente en los diálogos de Juana con su "conciencia" (Dustin Hoffman), que se le aparece y desaparece en la mazmorra haciéndole reproches —también durante la infancia de Juana vemos a su "conciencia" bajo la forma de niño o de hombre joven—. He leído bastante sobre Santa Juana de Arco, incluídas las declaraciones recogidas durante su juicio y posterior proceso de rehabilitación, y nada se le asemeja a las escenas de la "conciencia". De los diálogos de Juana con su "conciencia" se desprende que Juana duda de que sus visiones fueran reales y de que su misión fuera efectivamente divina —también duda del milagro de haber encontrado la espada, y el colmo es cuando hasta duda de si ha matado o no a alguien—. Estas "dudas" hacen desmerecer toda la historia, porque, si Juana no fue mandada por Dios, entonces su importancia quedaría reducida a la de un líder carismático, como el Cid, y poco más, pero ya no sería una elegida por Dios. Esto será sin duda del agrado de racionalistas, laicistas y ateos, pero a mi me parece que Besson hizo aquí muy mal. Si Juana hubiera tenido tantas dudas de su misión divina, no habría terminado en la hoguera porque se habría retractado de todo, que es lo que los jueces querían, hacerla "reconocer" que no estaba enviada por Dios; como se negó a hacerlo, pues estaba convencida de su misión divina, fue ejecutada. Eso sí, al menos cinematográficamente hablando los diálogos con la "conciencia" están muy bien hechos.

Así pues, ni el director hace un tratamiento religioso de la historia de Juana de Arco, ni la actriz principal nos transmite satisfactoriamente el misticismo de Juana. Y es que, como bien comentó un sacerdote amigo mío, "con dificultad un director o un intérprete, carentes de fe, podrán trasmitir adecuadamente algo de lo que carecen". Muy cierto, hago mías las palabras.

El director se permite otras libertades del todo antihistóricas. La forma en que, en la película, Juana se "encuentra" con su espada, la famosa "espada de la liberación", se muestra en una escena de lo más absurda: Juana va por la campiña, se tumba sobre la vegetación y allí a su lado está la espada. En realidad, según el relato histórico, que se hace eco de las propias declaraciones de la doncella, Santa Catalina le habría revelado a Juana que encontraría una espada, con cinco cruces en la hoja, detrás del altar de la iglesia en su honor en Fierbois; y donde le revelaron sus voces fue justamente donde se encontró su espada. Esto por desgracia aparece tergiversado en la película. Pero quizá la invención más lamentable de toda la película sea la escena del asesinato y violación (por este orden) de la hermana de Juana, mientras ésta lo presencia escondida en un armario. Esta escena es 100% antihistórica, falsa. Aunque es cierto que en alguna ocasión su pueblo fue objeto del bandidaje de los borgoñeses —aliados de los ingleses—, la familia de Juana no sufrió daño físico. También es falsa la idea de que Juana odiaba a los ingleses, cuando en realidad, según sus propias declaraciones, todo lo que quería era que "regresasen a su isla" y Francia fuese para los franceses. Y ya puestos a hablar de incorrecciones históricas: Juana durante la batalla en Orleáns no fue alcanzada por la fecha en su lado derecho (como aparece en la película), sino en su hombro izquierdo, y en esa batalla no fue herida una, sino dos veces.

Aparte de eso, la película adolece de grandes omisiones y saltos en la trama. No aparecen los primeros esfuerzos de Juana por ser escuchada por las autoridades locales, sino que de golpe se la muestra siendo anunciada en la corte del Delfín de Francia. ¿Por qué ese salto? Pero eso no es todo; Besson ha omitido escenas muy importantes: según el relato histórico de los testigos, cuando la pusieron en la hoguera, Juana pidió que se mantuviera un crucifijo ante sus ojos, y murió diciendo tres veces el nombre de Jesús; su corazón y sus vísceras no se quemaron, hecho éste que hizo exclamar a uno de los testigos de la ejecución: "¡Estamos perdidos! ¡Hemos quemado a una santa!". Nada de esto aparece en la película que nos ocupa, lo cual me parece una omisión imperdonable. Besson sí nos muestra a Juana enfadándose con La Hire cuando éste dice tacos; en realidad, Juana prohibió muy seriamente blasfemar a todos sus hombres, hizo expulsar a las prostitutas que solían acompañar a los ejércitos y obligaba a sus soldados a confesarse antes de combatir, porque tenían que ser "el ejército de Dios". Para Juana no cabía el pecado en sus filas, y esto no se refleja apenas en la película.

La manera en que Besson plasma el final me resultó decepcionante. El final es muy corto: la escena de Juana ardiendo en la hoguera dura menos de un minuto, y se echa en falta alguna secuencia "introductoria"; no se muestra, por ejemplo, cómo sube a la pira y la encadenan, ni podemos oir las últimas palabras de Juana, sino que el director se salta todo eso y nos muestra directamente y de improviso a Juana ardiendo en la hoguera, como si hubiera prisa por terminar. La escena se la ventila el director tan rápidamente, que al espectador casi no le da tiempo a asimilar la tragedia de la ejecución de Juana de Arco, el punto culminante de esta historia, aquello que precisamente convirtió a Juana de Arco en martir católica. Teniendo en cuenta que esta película dura unas dos horas y media, cabría esperar que se hubiera prestado más atención a esto en lugar de pasar de puntillas.

Algo hay que reconocerle al director: pudo haber utilizado la excusa de la condena eclesiástica para cargar las tintas contra la Iglesia y presentarla como "culpable", pero no lo hizo. Se diferencia claramente que no es la Iglesia quien la mata, sino que ésta la entrega "al brazo secular", al poder civil, que es quien la ejecuta —o sea, los ingleses, deseosos de quitarla de en medio, basándose en una condena injusta en un juicio más tarde declarado nulo por Roma—. El director muestra incluso cómo un anciano e ilustre eclesiástico, no conforme con el juicio injusto al que se está sometiendo a Juana, se distancia del mismo y anuncia que se dispone a informar al Papa en Roma, pero es detenido por los ingleses. Quizá Besson no sea muy religioso, pero se agradece que al menos no sea anticlerical.

La música durante las batallas está bien, pero se echa de menos música sacra durante otros momentos de la película —otra notable omisión, no sé si premeditada—, y el tema musical principal es una mera adaptación de la famosa pieza "Carmina Burana", de Carl Orff. Curiosamente, esta adaptación del Carmina Burana se oye también en las escenas finales en que Juana arde en la hoguera. En lugar de acompañar esas escenas de música potente y vigorosa, tan apta para escenas grandiosas y de lucha, ¿no habría sido más lógico y acorde con la situación emplear una música trágica?

Visualmente la versión de Besson es impresionante —por ejemplo, la vidriera de San Miguel Arcángel tomando vida (hacia el minuto 40), Juana saliendo tras la niebla o las imágenes del cielo son escenas muy destacables—, con buena ambientación, buena reproducción del vestuario de la época y de los interiores, bastante acción y batallas bien recreadas que cuentan hasta con artillería de la época, pero puestos a ser exigentes no es la versión que yo hubiera querido ver; de haber sido yo el director le habría dado otro enfoque a la película, y me molesta que se pueda transmitir al espectador una visión distorsionada de Juana de Arco. Por supuesto que si la comparamos con otras películas que se hacen hoy en día, se merece un aplauso. Sea como sea, no cabe duda de que esta película sirve como mínimo para promover el recuerdo de Santa Juana de Arco entre millones de personas.